Competencia legal, ganancia para el país

Finalizado su cargo de ministro de Economía, Miguel Lacayo incursiona en el rubro de la comercialización de medicinas genéricas de bajo costo.

Su larga trayectoria empresarial lo llevó a ocupar cargos públicos desde donde lideró y dinamizó la economía del país, con negociaciones estratégicas que culminaron grandes beneficios.

Graduado de ingeniero industrial en Georgia Tech, con maestrías industrial de Stanford y administración de empresas en Harvard, Lacayo ha sumado una larga trayectoria en temas económicos, además un analista político, crítico de las políticas socieconómicas de El Salvador.

Su espíritu emprendedor y humano lo lleva en 1999 a ser parte de los agentes de cambio para el desarrollo económico del país, pero esta vez asumiendo un importante cargo público.

Desde esa posición como Ministro de Economía pasa a ser en uno de los artífices del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, el cual concluye en el 2004 tras fructíferas negociaciones que impulsan las exportaciones.

Al finalizar su gestión, incursionó en el mundo farmacéutico con la comercialización de medicinas genéricas y a pesar toda una campaña en su contra, logró que los salvadoreños aceptaran el concepto “genérico” a través de la primera farmacia económica que abrió en el 2005.

Su crecimiento no fue fácil y el tiempo se ha encargado de quitar toda huella que trató de afectar su reputación. La calidad de los medicamentos, el amplio surtido de los mismos, han hecho que los clientes sean su mejor carta de recomendación en un mercado competitivo.

Hoy no solo es una cadena de farmacias que surten medicamentos de excelente calidad, la empresa también ha establecido alianzas con el sistema financiero a través de concepto tarjetahabiente del país para acercar los servicios a los usuarios.

El éxito del exfuncionario Lacayo en el rubro farmacéutico se fundamenta en el respaldo de prestigiosos laboratorios nacionales y extranjeros, alianzas estratégicas con franquicias, sumar valor agregado a sus servicios y ante todo, por medicamentos de calidad y de bajo precio en manos de salvadoreños que urgen de fármacos para su salud.